La honestidad brutal de Dario Manrique
El periodista musical burgalés Darío Manrique, que desde finales de los años 90, ha trabajado en las redacciones de la edición española de Rolling Stone y colabora entre otras publicaciones, en Esquire, El País o El Dominical y conduce el programa radiofónico ‘Las calles del ritmo’ en GladysPalmera, nos presenta “Honestidad brutal…o la huida hacia delante de Andres Calamaro”, un libro que se encuentra dentro de la Coleccion B dirigida por el polifacetico Roberto Herreros que pretende así analizar las claves de un determinado periodo histórico a través de la música popular y, en especial, a través de aquellos discos que han tenido una gran acogida por parte del público o que han contado con el apoyo de la crítica. Si anteriormente fueron Nacho Vegas, Alaska y los Pegamoides, Kortatu o Mecano, ahora es el turno de Andrés Calamaro.
Calamaro en los 90, parecía tener un futuro brillante como estrella de rock. Tras el éxito de ‘Alta suciedad’, su primer disco en solitario y después del baño de masas con Los Rodríguez, se esperaba de él otro nuevo álbum con gran exito comercial y critico, pero una serie de circunstancias, como la separación de su mujer, entre otras,le empujaron a un año de grabaciones en distintos estudios de tres países diferentes.
El resultado fue ‘Honestidad Brutal’, una desmesura no sólo por sus 37 canciones o por los distintos palos musicales que tocaba, sino por la desnuda profundidad emocional de sus textos y lo turbulento de su gestación. Con este álbum, Calamaro se encumbró como estrella del Olimpo del Rock, especialmente en Argentina, cumpliendo con todos los cliches del exceso y cumpliendo con las leyes del reciclaje cultural y el homenaje, incluyendo una gira teloneando a su ídolo Dylan. Obra sin parangón en el rock en castellano, ‘Honestidad brutal’ supone el momento más álgido de la carrera de Andrés Calamaro que auguraba excesos tales como las 103 canciones de El salmón.